Se nos ha
ido la mano con eso del “tuteo” en el país, no twitteo (que también se nos ha
ido la mano), TUTEO, porque cuando yo era chiquita (y me imagino cuando ustedes también lo eran) era
sencillo - “usted, señor, señora” - , punto,
y no había más nada. Pero ahora la cosa cambió, ahora yo llego a un sitio
extraño y algun tipo sale con -“cómo está la muñeca?”- o como cuando pides la
hora -“para ti son las 10:30, mi amor”-.
Qué nos pasó? Digo, en qué momento nos volvimos gente tan CONFIANZUDA? Que lo
único que nos falta es rezarle a Dios diciéndole “amiguis”… -“Ay Amiguis que
estás en cielo, santificado sea tu nombre amiguis, venga tu reino amiguis…protégenos del mal amiguis”-
Miren, hay
gente tan confianzuda, bueno primero dividamos y distingamos, están las
personas de confianza y están las personas confianzudas. Las de confianza son
esos amigos que te dicen que estás gorda o gordo y no importa, que aun te ves
bien pero que te controles por tu salud; los que te preguntan si pueden llegar
a tu casa con unas chelas a platicar o los amigos de años que aun apenados te preguntan
si les prestas dinero (y claro, te lo devuelven a los dos o tres días máximo), en
cambio, la gente confianzuda, es la
gente que no tienes ni en Facebook y cuando te saludan les da por hacerte un
Extreme Makeover, que no han terminado de saludarte y ya están tratando de
hacerte de todo – "ay no mijita, esa blusa está como medio flojita, agarrale un
poco, ese tu flequillo te quedaría mejor para el otro lado, suéltate el pelo mi
amor para que te enmarque la cara, mi reina échate un brillito en esos labios,
tan bonito que tienes tu pelo y no le sacas provecho" -
En serio,
yo no entiendo por qué la gente es así, les muestras el celular para que vean
la foto de tu hijo, tu familia o tu mascota y cuando te das cuenta se han visto
el álbum COMPLETO, gente que los invitas
a una fiesta en tu casa y tú por respeto, porque somos amables en el fondo, le
dices que puede llevar a alguien, que no importa y se aparecen en tu casa con el
elenco nacional de ballet con todo y orquesta, y esa es la misma gente que es
peligroso tener en tu casa, porque en termino de segundos están frente a tu
refrigerador preguntándote si se puede comer un banano que encontró allí. Qué horror!
Porque eso sí, con la comida, los confianzudos son expertos! Porque yo entiendo
que es una ley de vida, si estas en un restaurante por ejemplo, hay alguien en
tu mesa que siempre va a pedir algo más delicioso y divino que tu plato (porque
pasa), pero eso no te da el derecho de sacar tu GRAN tenedor y abanicarlo por
el aire como una vara mágica, y sin ningún tipo de vergüenza te dicen –ay voy a
probar - , porque el “ay voy a probar” no es una pregunta, no te está pidiendo
permiso, ES UN HECHO, va a pasar. Y con
esto déjenme decirles algo, pongan atención, anote o tomen foto, más que un
consejo ES UN MANDAMIENTO – Si quieren
sus papas fritas PIDAN SUS PROPIAS PAPAS FRITAS- es tan sencillo, por qué
tienen que estar robando las papas fritas del otro? Por qué? También aplica para los poporopos en el cine! por favor!
Igual pasa
con los encargos, los encargos cuando vas a viajar, llegamos al punto que mejor
ni mencionamos que saldremos de viaje, porque nunca falta la doña o don que te
pide de favorcito que te lleves un detallito chiquitito para su hijo que está
totalmente solo en el otro lado (ante eso, cómo decirle que no?), y terminas llevándote
tu maleta con sobre peso, a esa maleta que no le cabe pero ni un lápiz. Y encima
tienes que cargar con algo, que ojalá fuera algún estuchito, una fotografía,
bueno aunque sea un tamagoshi (total, era un detallito), y no, era una
panela de dulce, doce tamales de cerdo, dos cajas de pollo campero y una bolsa
de medicinas con todas las farmacias dentro, y saben qué es lo más difícil? Cómo
explicar en la aduana que tú no formas parte de la misión de la Cruz Roja?
Y qué tal
cuando nos piden la ropa prestada? Yo sé que los hombres no sufren de eso, pero
las mujeres vaya que sí, no te la devuelven en tres meses, esa gente que te
juran que te devuelven mañana mismo! Es que hay que tener cuidado a quién le
prestas tu ropa, porque a veces cuando lo haces te devuelven el vestido hasta
con el ruedo hecho. Es el colmo, hay que ponerle un alto a esa gente
confianzuda, o no? Educadamente claro.
Porque no está bien por ejemplo, que yo
le diga a alguien – mucho gusto-, y la respuesta sea – dame tu PIN, preciosa - ,
no está bien que un día le de jalón a alguien y al siguiente día se enojen
porque no los llamaste cuando ibas pasando; no está bien que una vez le
prestaste tu carro a un tu “amigo” para una emergencia y cuando te lo devuelve
hay chencas por todos lados, latas de chela en el baúl y un condón metido en
una bolsa tirado en el sillón de atrás; así como las mujeres que te piden el
delineador de ojos en el baño de los cines; la gente que te revisa la cartera
sin permiso; los que llegan de “visita” a tu casa y se quedan mas de dos meses
y aparte te bajan todo el súper; los meseros que te preguntan que por qué no
les dejaste propina; la gente que te hace cosquillas como recurso para “romper
el hielo”; la gente que te pide prestado
el celular para un minuto, que es urgente y se queda pegado mas de cuarenta
minutos; la gente que te piden un jaloncito de tu cigarro, que porque no
quieren uno entero y te lo dejan todo babeado (asco); la gente que te pide tus
anillos “solo para probárselos”; la gente que te pide un ladito en tu misma silla
porque no escucha la conversación; las que no tienes ni dos semanas de conocerlas
y ya te están pidiendo dinero “prestado”; la gente que te acaban de presentar y
ya te contó que hace cinco años tuvo un novio que la verguiaba (eso NO se
cuenta aunque se pregunte, por Dios); la gente que te taguea en el Facebook en todas las fotos que subió de su fiesta (a
la que NO llegaste) y hasta las que tiene con el bartender; la gente que ve tu
computadora encendida y ya se está conectando al twitter, instalando programas,
bajando juegos y no sé cuanta mierda más; los que te ponen apodos … y a penas
les hablas! … y la lista podría seguir
sin terminar!
Yo trato de
ser bien tolerante, se los juro, pero ese tipo de gente raya en mi límite de
paciencia, y simplemente no puedo disimular y a veces me toca mentarles la
madre… y no me gusta… se los juro! (bueno, si me gusta hacerlo)
Si alguien
de ustedes es de ese tipo de “gente”, por favor, antes de hacer algo, decir
algo, o lo que sea, pregunten, pidan permiso, no sé, apliquen las normas
básicas de convivencia, porque un día de estos alguien les pondrá un alto y no
será nada bonito… menos si se topan conmigo! Y si yo, llego a ser así, por
favor, se los suplico, denme un coscorrón!