Se denomina Hipermnesia a la capacidad de recordar hasta
el mínimo detalle de todos y cada de los días que de tu vida. Qué comiste un
viernes 22 de febrero de hace más de 10 años, qué ropa llevabas ese día, o qué
canciones escuchaste y qué te hicieron sentir.
Podríamos decir que sería agobiante padecer esta
habilidad a la vez que doloroso para una sensibilidad común, ya que llegar a
pasar página de ciertas situaciones equivaldría el doble de esfuerzo.
Pero, no sería bonito poder recordar todos y cada uno de
los detalles que te aportaron felicidad? Poder revivir tus mejores momentos una
y otra vez, e incluso ser capaz de recordarle a otra persona cómo solía ser
cuando estaba contigo con total exactitud. Ver toda tu vida pasar a través de
tu mente; con sus altibajos, las ganas e ilusión con la que emprendías los
proyectos, o los errores que no debes volver a cometer más.
Sería bonito a la vez que útil pero, por otro lado,
también está la nostalgia y la pena al no poder ir olvidando a todos aquellos
que ya no están, todo aquello que te aportaron, el daño que te pudieron llegar
a causar o las razones de su ida inminente.
Y es que, es exactamente a esto a lo que me refiero
cuando digo que, definitivamente, la memoria es traicionera.
Últimamente mis recuerdos son muy confusos. Apenas sé
cuando empezó todo; es como si, en
determinados momentos, contemplara visiones de los años transcurridos a mi
alrededor, mientras que, otras veces, parece que el presente se difumina en un
punto aislado dentro de una palidez deforme e infinita.
Él decía: "la memoria es traicionera" y tenía
razón.
Cada uno recuerda lo mismo de una manera diferente: los
momentos, las imágenes... Todo eso queda en la memoria, y así vamos
construyendo nuestra historia.
Ésta es parte de la mía. Es la historia que yo elegí
recordar, con la memoria y el corazón... y aunque la memoria sea traicionera,
ésta es la manera en que yo elegí contar mi historia y mis historias…
Y aun sin hipermnesia, jamás olvidamos nuestras pérdidas,
con suerte sólo conseguiremos recordar con menos frecuencia, y a pesar de
que eventualmente vayamos olvidando los pequeños detalles, lo esencial de la
experiencia permanece...
La muy jodida nos hará creer que lo malo se ha ido,
mientras ella espera pacientemente a que se le presente la oportunidad de
volver a atormentarnos, incluso con mayor intensidad que la primera vez... maldita memoria traicionera.