21.4.14

Amigos falsos!!!

Cuenta aquel famoso y popular cuento de hadas, llamado Biblia, que por 30 monedas de plata Judas vendió a su maestro, a su guía, a su benefactor, Jesús. Y con un beso en la mejilla le hizo saber a los fariseos que era el hombre que andaban buscando.
Y a partir de allí el nombre de Judas se ha hecho tristemente célebre en la historia de la humanidad, al asociarlo a la hipocresía y la falsa amistad.

Y es precisamente eso de lo que quiero escribir: LOS MALDITOS AMIGOS FALSOS E HIPÓCRITAS DE MIERDA!

Cuántos de los que leen esto han tenido la desagradable oportunidad de cerciorarse de que sus más “fraternos amigos”, sus “costillas”, sus adorados “partners”, sus amigos “patria o muerte”, “cuates del alma” o como les quieran llamar… eran en realidad más falsos que escaleras de anime?

Será que los falsos amigos son un mal necesario y por lo tanto tenemos que aprender a vivir con ellos? Necesarios para qué? Realmente, luego de tantos putazos en la vida con estas lacras, yo ya estoy bien segura de que NO NECESITO de ellos PARA NADA.

Me atrevo a decir, sin temor a equivocarme, que los falsos amigos son una versión sutilmente mejorada de los lambeculos (estoy preparando un post al respecto); porque supongo que están de acuerdo conmigo en que estos “buenos amigos” siempre aparecen cuando saben que estás solvente económicamente, cuando tienes una fiesta a lo grande y no los invitaste, cuando te compraste una casa o carro nuevo, o en definitiva, cuando se enteran a través de terceros (nunca de ti) de que te va bien, estás bien y no andas jodido por la vida, o solo cuando necesitan un favor.

Pero basta que estés pasando por una mala racha, no tengas trabajo y estés buscando, te echaron de tu casa y necesites un lugar temporal, necesites hacer una mudanza y cargar unas cajas con el carro de “tu súper amigo”, o necesites cualquier otro pequeño o gran favor, para que la respuesta irremediablemente siempre termine siendo la misma: “mijo, eres mi cuate y te quiero un vergo, PERO…”

Y ojo! falsos amigos que sé que están leyendo esto, saben que es con Uds. y acudirán en su defensa, no estoy diciendo aquí que un amigo debe darte TODO (incluido plata, dinero, money, pues), No se vayan por la tangente!

A lo que me refiero es que, si DE VERDAD te dices SER amigo de alguien, la ayuda que le puedes brindar a ese cuate “en desgracia” es, si no darle plata, techo o comida, porque “no tienes” en ese momento, es POR LO MENOS ponerlo en contacto con otros amigos que SÍ PUEDAN ayudar aunque tú no pudiste (quisiste). Porque se supone que debes conocer a otras personas, verdad? O simplemente estar pendiente de esa persona. Es muy difícil entender esto?

Y debo hacer aquí otra aclaratoria, no menos necesaria e IMPORTANTE y con la cual comulgo: “Cuentas claras, amistades largas”.

Lo que quiero explicar con esto, queridos brutos y Judas que me leen (porque todo Judas además de falso, es BRUTO!), es que no hay que confundir una cosa con otra: una cosa es una ayuda momentánea (pero bien aclarada desde el principio, con límites y condiciones precisas), y otra muy distinta abusar de la hospitalidad, de la bondad,  del dinero o hasta de algún artículo u objeto prestado. Si a la hora de ayudar “a tu cuate” NO ACLARASTE y te jodieron, DE QUIÉN FUE LA CULPA? Obvio que del “amigo” vivo al que ayudaste, pero principalmente DE TI, por pendejo y no aclarar las cosas antes.

Claro, habrá gente que diga que “una verdadera amistad NO TIENE CONDICIONES”. Y esto probablemente tenga algo de cierto, pero (malditos peros) si ya te han chingado otras veces en la vida y temes que ahora te vayan a chinga de nuevo cuando un cuate caído en desgracia acuda a ti, PON CONDICIONES CLARAS antes de ayudarlo. Por el contrario, si no te han jodido antes, pero tienes dudas de que lo puedan hacer, debes confiar en tu sentido común y hablar claro también. Los rodeos no deben tener cabida en una amistad sincera de verdad.

Eso sí, luego de darle la espalda a un amigo REALMENTE necesitado, no esperes ni aspires ser tratado con clemencia, deferencia, naturalidad o alguna otra muestra de afecto. Si así lo esperas eres bien DESCARADO, y si el bobo al que le diste la espalda te sigue tratando igual o hasta mejor que antes, a parte de descarado eres UN HIJUEPUTA MALPARIDO.

Recuerda que “hoy por ti, y mañana por mí”. Esta vida da muchas vueltas y mañana tú, que diste hoy la espalda, puedes ser el que vengas con el rabo entre las patas a pedir ayuda. ¡Luego no te quejes cuando se caguen de la risa en tu cara! Y no es que yo sea vengativa, porque no lo soy, pero si creo en el karma, las energías, en que recibes lo que das, justicia divina… el nombre que quieran ponerle.

He leído más de una vez por allí que “Los amigos son la familia que tú escoges”. El sabio que escribió esto muy probablemente también recibió muchas veces la espalda de su familia como respuesta en esos momentos cuando más los necesitó. Y lo único que me resta decir, ya para finalizar, les dejo lo siguiente: si tus amigos te dan la espalda en esos momentos difíciles, justamente cuando más los necesitas, ya es hora de cambiar tu círculo de amigos.


Este post no fue por mi, fue por un amigo al cual siempre le han visto la cara de estúpido y me indignó el saber que sigue existiendo gente mierda… aunque no niego que también desahogue un par de sentimientos personales acá!

Dos personas que conocerás en tu vida...

Hay dos tipos de personas que conocerás en tu vida. Uno recorrerá con un dedo por el índice de lo que eres y saltará directamente a las partes que serán de su interés. El otro tendrá su tiempo leyendo a través de cada uno de tus capítulos y quizás doblará esquinas de ti que lo inspiraron más. Te reunirás con estas dos personas; es un hecho. 

Pero es el tercero que nunca verás venir. Esa persona que no sólo terminará tus frases, sino también se quedará con el libro.

9.4.14

El que yo conozco...

El amor que yo conozco es mucho más que ese latir fuerte del corazón, que esas absurdas mariposas revoloteando en la panza, que esas miradas que lo dicen todo, que bailar apretadito una noche entera, que caminar tomados de la mano como bobos por tantos caminos, que dormir juntos, que pensar que no hay otro ser más bello que el amado, que despertarse en brazos de la felicidad, que reír, platicar y contarse mil estupideces que parecen las historias más maravillosas jamás contadas, que comerse cada centímetro de piel, que salir a la calle y saber que estás con la persona que más quieres en el mundo y que no te cambias por nadie.

El amor que yo conozco también es estar al lado del otro cuando quisiéramos no estarlo, cuando estamos cansados y no queremos a nadie a nuestro lado y, sin embargo, lo escuchamos con oídos interesados mientras cuenta sus aventuras, es acompañarlo con gusto a las mil cosas que te hartan de la vida, es hacerlo reír cuando está triste y piensa que el mundo no vale la pena, es tomarlo de la mano en silencio para que sienta todo nuestro amor, es abrazarlo y consolarlo de sus derrotas, es levantarse temprano el único día libre y prepararle el desayuno que más le gusta por el placer de verlo una vez más antes de que se vaya, es dejar que él no deje nunca de hacer las mil y una cosas que le gusta hacer y a uno no y no pelearse por ello, es estar a su lado siempre en las buenas, las malas y las peores.

El amor que yo conozco también es compartir los días malos y los pésimos con él, no dejarlo ni después de mil peleas, tropiezos y fracasos, no dejar de estar a su lado cuando nos necesita, olvidar todos los disgustos cada noche y volver a empezar cada mañana, es dejar parte de nuestra vida por ser parte de su vida, es no ser iguales, no ser de una misma opinión, no ser perfectos, no querer cambiar lo que creemos está bien, no ceder, no tener la razón, poder estar de mal humor, de mal genio, de pésimo humor y no dejar de pensar que tienes la suerte de estar con él y quererlo contra toda lógica.

El amor que yo conozco es quedarse al lado del otro cuando todas las cartas de la vida están en su contra, cuando el sentido común dice que es hora de irse,  y aún así quedarse a su lado, tomarle de la mano con fuerza, mirarle a los ojos y saber porqué vale la pena perderlo todo antes que dejarle, sonreír y enfrentar la adversidad juntos.

El amor que yo conozco está allí, me quiere tal como soy y tal como a veces no soy.

El problema es que aun no nos hemos encontrado, pero tengo la certeza que lo haremos!

Mientras tanto, disfruto de los quereres que la vida me da!