Todos hemos experimentado daño y dolor en nuestras
vidas. A veces estamos expuestos a experiencias tan dolorosas que dejan marcas
que son difíciles de curar, especialmente si consideramos que alguien ha sido
injusto con nosotros o nos ha perjudicado.
El rencor es un sentimiento desagradable, triste y,
sobre todo, injusto. Surge después de que nos hayamos sentido heridos a manos
de alguien y vive en nosotros, manteniendo el dolor en el tiempo, cuando quizás
quien nos hirió esté tranquilo y sin recordarse de la ofensa.
No es injusto mantener
el sufrimiento en el alma por tiempo indefinido?
El rencor nace tras el dolor para que éste no caiga en
el olvido. Puedes incluso intensificarlo y servirte de excusa a la venganza, que
llega para compensar tanto sufrimiento.
Pero, lo compensa?
Compensa ver sufrir a quien nos hizo sufrir? Hay que
ver cómo deshace el alma el sufrimiento…
Cuanto más tiempo mantienes el rencor es más difícil perdonar y seguir
adelante. Puedes comenzar a liberarte cuando empiezas a perdonar. Hay muchas
maneras de conseguir un control sobre el dolor y encontrar la fuerza para
dejarlo ir.
No tenemos porqué sufrir más de lo que sufrimos la
primera vez, ni porqué cederle nuestro valioso tiempo de vida al resentimiento.
Guardar rencor es guardar dolor.
Hay varios consejos para dejar de guardar rencor, acá
les dejo unos.
1. Reconocer el
problema
Obviamente, el primer paso para resolver una situación es conocerla y
reconocerla, analizarla. Tienes que saber cuál es el problema para
solucionarlo, así puedes hacer una elección para avanzar desde allí.
2. Compartir tus
sentimientos
El rencor tiende a crecer cuando la situación no se enfrenta. Sin ser
crítico sobre ti mismo u otro, aclara tus sentimientos sobre la situación
contactando con la persona involucrada, y si no es posible, con otra persona
que esté dispuesta a escucharnos. Abrir la ventana para que se ventile un poco
el alma.
3. Cambiar de lugar
Para obtener una mejor comprensión de la otra persona, trata de ponerte
en sus zapatos. Esto te dará una mejor comprensión de su punto de vista y de su
comportamiento. Tal vez la persona en cuestión estaba en un momento de dolor.
Esto no justifica su negatividad, pero te ayudará a entender. Cuanto más
entiendes a la otra persona y su comportamiento, más fácil es dejar ir el
rencor.
Puede ser una respuesta natural a desarrollar un rencor, o incluso odio
hacia la persona que nos ha causado dolor. Pero la persona que sostiene el
rencor siempre es la que sufre más!
4. Aceptar lo que es.
Decide crear tu propia curación, con o sin una disculpa. No esperes a que
la persona venga y se disculpe. No importa si quien nos hirió ni se recuerda de
lo que hizo, o por el contrario, puede
ser que vive con el remordimiento a cuestas. Importa lo que está en nuestras
manos, que es lo que sentimos nosotros. Tanto si nos piden disculpas o no; si
nos dan una explicación o no. Nuestra decisión de curarnos no estará
condicionada por lo que la otra persona haga al respecto.
5. No pensar en eso
Una vez que has decidido seguir adelante, seguir avanzando. No pongas tu
mente en la situación o comentarlo continuamente. Hacerlo hará que las cosas empeoren
y sea más difícil de superar. Si la cuestión es mencionada en una conversación,
cambia de tema o sólo míralo en el pasado y déjalo ahí.
6. Mírale el lado
bueno
Para cada situación negativa hay una positiva. Si tomas esto como una
experiencia de aprendizaje, te beneficiará al saber más sobre ti y la otra
persona. Decide por aprender una lección valiosa, ésta actitud ayuda a
liberarse del resentimiento y a comprender mejor otras situaciones en un futuro.
7. Déjalo ir
Soltar da espacio para la paz y felicidad. El rencor de larga duración
sólo te desgastará física y emocionalmente, y seguramente afectará tu salud.
Utilizas más energía de la que puedas imaginar por odiar que para dejarlo ir. El
rencor nos priva de momentos de felicidad, si ya sufrimos en el pasado, por qué
tenemos que seguir haciéndolo? Ésa es la mejor razón para abrirle
definitivamente la puerta de salida al rencor.
8. perdonar
Por supuesto perdonar no significa que olvidar. Sólo estás reconociendo tus
diferencias y aceptando que nadie es perfecto y todos cometemos errores de los
que debemos aprender. Perdonar no es lo más fácil de hacer, especialmente
cuando se ha sufrido mucho daño y dolor, pero es la única forma que existe para
dejar ir y estar en paz.
Me quedo con la última fase: el perdón! Y sigo
pensando que todos tenemos algo que perdonar y por lo que ser perdonados. Dejar
de pensar en el dolor para que, poco a poco, la paz nos llegue. Así es como el
rencor desaparece. Y así es como me lo enseñó mi vieja!
Espero les sirva...
Hasta la próxima!