Ésta es mi vida, un cuadro pintoresco. No como un Van Gogh, con su espesa belleza absurda en un lienzo pequeño; no como un Gauguin, con sus cielos plácidos y su gente serena y su esplendor de bronce; no como un Rembrandt, conservador, modelo y burgomaestre; no como un Miguel Ángel, vasto y religioso, con verdad y fuerza en los brazos. El mío es como un Toulouse-Lautrec, con sus bragas de colores y su desenfreno; como un Degas, con sus incesantes bailarinas, su teatro, sus revistas, su humareda de vodka; como la oscuridad moteada de un pintor surrealista de la pequeña galería de ahora, donde hay que observar atentamente para encontrar un significado, donde el color se despliega infinitamente; perdiéndose en un mosaico de diseños demenciales, pinceladas salvajes, caóticas, brochazos ebrios de óleo, espesamente aplicados en los sitios equivocados.
He intentado pintarlo con palabras, puesto que no podía hacerlo por medios plásticos. Pero no importa, aquí; estoy, incapaz de entenderme a mí misma. Sin saber quién soy yo todavía. Todavía buscando mi alma. La patoja que reía; y que intentó; quitarse de en medio de vez en cuando, y que fracasó; incluso en esto de las palabras, y en otras cosas.
He visto y hecho no pocas cosas, he estado en no pocos sitios, he despertado no poco mis sentidos, y los he adormecido, y he explorado, y he reído, y he llorado más de lo que sospecharía la mayoría de la gente.
He visto y hecho no pocas cosas, he estado en no pocos sitios, he despertado no poco mis sentidos, y los he adormecido, y he explorado, y he reído, y he llorado más de lo que sospecharía la mayoría de la gente.
Soy una simple pasajera de un viaje que no planeé, a un sitio que no conozco.
Me gustan las palabras, me encanta jugar con ellas, me gustan los dobles sentidos, las parábolas y las metáforas que las constituyen, no me gustan los rodeos, pero si los adornos, amo el caos pacifista y detesto el orden bélico, tolero a los intolerantes hasta que van más allá del pensamiento, no me gusta hacer planes porque temo que estos se vean truncados, mi búsqueda es la del placer inmediato porque me parece el mayor riesgo no arriesgar, no comprendo a aquellos que no tienen curiosidad, no entiendo cómo se puede perder la curiosidad sin perder la vida, no congenio bien con quien no se pregunta nada trascendente por el hecho de no ser práctico, me gusta la intriga, me gustan las causas perdidas, prefiero una verdad dolorosa que una mentira piadosa, no me gusta que me den consejos, trato al máximo de evitar problemas con el prójimo pero siempre digo lo que pienso, si me atacan me defiendo, y aun así siempre y en todo lugar... la única guerra que libro es contra mí misma.
Si quieren saber sobre mi vida sepan preguntarle a la persona indicada, y esa soy yo.
Muchos creerán conocerme, pero honestamente ni yo misma me conozco; es fácil encontrarle un significado a un cuadro cuando no fuiste tú el pintor, el verdadero significado únicamente lo sabrá el autor.
Por si les queda alguna duda, la autora de mi vida, soy YO!